Esta taza de té redonda, hecha a mano por Masashi Furumoto, proviene de Japón y presenta el juego característico de color y forma que hace que su obra sea tan reconocible.
El azul profundo contrasta maravillosamente con el pequeño cangrejo rojo en la pared, un sutil símbolo de vigilancia y firmeza .
Así como el cangrejo protege su hogar, esta cabeza invita a un momento tranquilo de cuidado y atención.
Una pieza de cerámica única que no solo sirve, sino que también cuenta una historia: sobre artesanía, simbolismo y el sentido japonés del significado en la vida cotidiana.